Hace ya algún tiempo que vengo reclamando la utilidad que sigue teniendo el latín en la actualidad, aunque muchos la sigan llamando "lengua muerta". El caso es que la muestra de la viveza de esta lengua la traigo hoy de la mano de la tecnología más puntera (algo que no deja de ser paradójico: una lengua antigua, para una tecnología moderna): un modelo de teléfono móvil. La lucha de las compañías telefónicas es ver cuál de ellas pone en el mercado un terminal que ofrezca más posibilidades al usuario, un terminal que ofrezca de todo. Y es por eso que el nombre no podía ser otro: OMNIA. O sea, todo en latín. Seguiremos, entonces, discutiendo sobre la utilidad o la inutilidad del latín... 
1 comentario:
Curioso e interesante tu blog, primo. Creo que el nombre OMNIA le va grande a un trastajo que en poco tiempo estará obsoleto, a la vez que el término seguirá acumulando solera. Es lo que tiene lo clásico que estará ahí siempre. No todos pueden decir lo mismo.
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